martes, mayo 05, 2009

Enseñando

Sí, eso hago ultimamente, enseñar y enseñar, provoca una mezcla de ansiedad y emoción al mismo tiempo. ¿Cuánto debe saber un profesor realmente? ¿Y qué pasa si no entiendo la pregunta? Y creedme que tengo motivos para esta preocupación ya que enseño en sueco. Digamos que mi sueco ejem no es perfecto, vamos más bien es totalmente imperfecto y de hecho el google translate es generalmente mejor que yo (cada cuál tiene sus ídolos, ¿no?).
Lo de estar en el centro de la clase con todas las miradas clavadas en mí no es mi parte favorita, sin embargo, la discusión, el pensar entre todos, es muy estimulante. Cuestionar, entender como piensan otros, encontrar detalles que no se han visto antes, jugar con las ideas, supongo que esa es la parte que me gusta... y contar historias. Aunque todavía no tengo muchas. O transformar algo que es un coñazo en algo interesante, incluso divertido.
Mi madre dice que desde que tenía tres años me dedicaba a contar cuentos a mis compañeros de clase, y claro, no sabía leer, pero hacía como si leía, con el libro boca abajo. Es curioso lo poco que cambiamos :) Digo, no el que siga poniendo el libro al revés.
En fin, voy a dejarme de historias, que lo que realmente debería hacer es leer un libro antes del examen. Por cierto, probad el google translate que va de lujo, por lo menos del ingles al sueco, que son más parecidos, por lo menos con mi nivel de sueco lo parece, en fin, que para los que no sepáis sueco ya veréis que parece que traduce genial!

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No recuerdo lo del libro del revés, pero sí el alucine de tu seño contándome que tu rincón favorito era el de los cuentos y cómo se los contabas-leias a otros niños-as. Y en primaria también te tocaba traducir a la profe de mates, que tampoco se hacía entender demasiado... te va lo de enseñar... a ver que les cuentas a los chinos...

2:37 p. m.  

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