¿Quién me ha robado el mes de Abril?
Pasa el tiempo entre olas de calor y de frío y allí seguimos nosotros entre todo lo demás sabiéndonos pequeños pero que sin embargo estamos ahí. A veces sólo siendo un fantasma de nosotros mismos que se busca sin saber bien adónde, dudando de todo, representando a Hamlet en nuestros propios castillos construidos mientras no pensábamos. Y a veces es así y vivimos sin pensar y tal vez sea cierto como dice Pessoa que sólo entonces somos felices. O tal vez no. Tampoco es que no pensemos, pensamos en otras cosas y un día de repente llegan las dudas metafísicas y entonces sentimos que realmente estamos pensando. En el baile vi a las niñas de Anna Karenina hundidas en sus vestidos rosas sin que nadie las sacara a bailar, preguntándose simplemente qué hacían allá. Quizás quisiendo volar en el tiempo a la Edad Media o a nuestra época con los charter y el internet. Como cuándo nos queremos escapar de nosotros mismos con un anhelo de múltiples personalidades, simplemente porque uno a veces se aburre de ser uno mismo. Como el pez que ya no quiere ser pez.
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