lunes, junio 23, 2014



Viene el verano. Siento sus movimientos e intento imaginar donde está exactamente, dónde está su cabeza, los pies, la espalda, qué hace, cómo es de grande... le vamos a conocer dentro de poco, un mes más o menos y sabemos tan poquito... Bueno sabemos que le gusta (o se mueve con) el chocolate, la música, los trenes, que le hablemos, las noches, y quizás que se asusta del secador de pelo. No sabemos cuando viene pero ya los amigos han hecho sus apuestas y le han hecho regalos de animales de la jungla. En realidad podría venir cuando quisiera desde ahora, ya está listo, yo no sé cuando voy a estar lista, por ahora estoy más bien en estado de confusión, qué rápido ha pasado el tiempo... Pero por otro lado no puedo esperar a conocerle, está todos los días en nuestras conversaciones, así que cuando llegue el día esa fuerza va a poder con el miedo y todo va a cambiar. Un nuevo mundo, una nueva vida. Difícil escribir sobre otra cosa que lo que ahora es parte de mi, y seguramente después lo seguirá siendo.