El último tango
Recordaréis quizás de cuando os hablaba de una sala de tango donde la gente más que bailar parecía que giraba en un mundo de distintas luces, donde la elegancia de los pasos se mezclaban con la música de forma imperceptible. Y nosotros entre abrazos, llevando nuestro mundo a este otro casi flotante. Ves bailar y no pasa el tiempo. Bailas junto a tu pareja y el mundo gira a tu alrededor, como quien hiciera equilibrios en el eje del mundo y viera pasar el tiempo. Me pasaría horas bailando, solo por el placer de bailar. Que no pare la música. Toquen un último tango.
Gracias por la foto Johan!
Etiquetas: Y nos ponemos un poco literarios
posted by clara at 5:12 p. m.
2 Comments:
No se que seudónimo usar pero eso de papá suena ya un poco de cole.
Bueno pués está chulísima esta foto de los dos. Parece mentira habíendo vivido allí casi toda la vida, nunca fuí a un lugar a bailar tango. Decían que eso era cosa de viejos...
Nunca es tarde...bueno son las modas que cambian, ahora ya tienes nuevas ideas de qué hacer cuando visites a los porteños. Aunque la verdad es que nosotros tampoco bailamos porque bailaban tan bien que bastaba con mirar.
Publicar un comentario
<< Home