Un dia normal
Yo siempre he abogado por que la vida no es solo los fines de semana y las vacaciones, que hay vivirla día a día. Así que yo quería contaros (principalmente a mi familia) como es un dia normal, como hoy, por el Polo.
Me despierta Johannes a las 6.30 para despedirse, me acuerdo pero sin embargo respondo medio inconsciente y me vuelvo a dormir. A las dos horas me despierto corporalmente, mi despertador no ha sonado (estamos empezando a entendernos) Fuera hace frío, pero no digo nada porque va a hacer más (aún no hay nieve). Paso por un parque y miro la hora en una catedral. Mi noción del tiempo un poco optimista me deja sin leer nada antes de la clase. El profesor es un poco cansino para esas horas de la mañana y sin querer se me va el pensamiento hacia el qué harán los patos cuando se hiele el río. Los profesores nunca adivinarían lo que piensan sus alumnos. Al final se pone más interesante. Nos cuentan que quienes han llevado una vida muy activa, intelectualmente, si deciden retirarse a ver el tiempo pasar tienen más riesgo de padecer demencia. Cuando termina le pregunto a Vanda, mi amiga portuguesa, que si ha querido decir que el que ha pensado más y deja de hacerlo tiene más riesgo que el que no ha dado palo al agua. Ella dice que no cree pero se queda con la duda. Así que se lo preguntamos al final. Parece que sí, que es el dejar de usar las neuronas que usábamos lo que tiene el riesgo. Estimamos que igual es mejor no leer más artículos para no sobreexcitar nuestra materia gris. Ya a eso de las 12, cuando yo me empiezo a despertar psicológicamente comemos el lunch en el despacho de los profes. Ya veis, clase VIP, tenemos chocolate caliente gratis. Después trabajar/luchar con ordenadores,etc...que deben seguir creyéndose que soy informática. Y al final del día voy a la clase de Johannes, vamos que igual que algunos se ponen la tele o juegan a los bolos yo voy a su clase, porque bueno yo no me he apuntado ni nada pero hasta ahora tampoco se dan cuenta y lo que dicen es interesante. Cultura en conflictos armados, sigo con antropologia clandestinamente, la verdad es que podría apuntarme pero no tengo tiempo para los ejercicios. Al fin llegamos a casa y cenamos algo que teníamos hecho, carne al estilo argentino y patatas quemadas (las patatas las hice yo, como veis no mejoran mis habilidades culinarias) Y ya me dedico a perder el tiempo con el facebook y el blog. Y bueno creía que Johannes se había dormido pero se ha girado y me ha dado un susto. Y como ya lo he contado toodo y aún no son las 11 me temo que todavía voy a tener que leer unos artículos (e igual arreglar el despertador)
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