Y van 18 meses de mi peque, nada que ver con el bebé de antes, ya dice jamón y todo :) Yo sigo trabajando solo parcialmente y pensando que realmente-quizá hable la nostalgia de tener posiblemente que dejarlo- he tenido un buen trabajo. Es cierto que he tenido que viajar mucho pero la responsabilidad, flexibilidad y tiempo libre no sé qué otros trabajos la tendrían. Aparte de que también me ha dado buenos desafíos y ganas de mejorar. Aunque ahora ya quizás no tanto y por eso también busco otras cosas. Ahora en realidad quisiera unos prismáticos para ver estrellas, escribir un libro, plantar un árbol...que no-a lo del árbol. En fin, nuevo año, nuevos proyectos e ilusiones. Al menos puedo contaros que acabé el año bien, publiqué un artículo, mandé una aplicación a un trabajo (que no quiero) y vi con el telescopio una galaxia-Andrómeda, una nebulosa-M42 en Orión- y un grupo de estrellas "open cluster". Qué más se puede pedir ;)
lunes, enero 18, 2016
domingo, abril 26, 2015
8 meses después
Ocho meses!!?? desde que no escribo aquí... Hmm, seguramente ya nadie me lee pero bueno, como veis, me sentía inspirada. No, a ver, tengo excusa (yo siempre tengo excusa) estoy criando a un bebé de 9 meses y escribiendo un blog para él, con sus fotitos etc. Y sí, vamos a ver, es fantástico, pero no tengo tiempo, y antes cuando decia "no tengo tiempo" en realidad algo de tiempo tenía, a pesar de que en algún momento dado estuviera algo estresada con exámenes o preparando alguna clase... pero ahora cuando digo que no tengo tiempo es que el tiempo que uso para escribir el otro blog lo quito de mi tiempo de dormir (y eso sí que es sagrado, sobretodo porque mi hijito no duerme mucho).
Por otro lado no quiero cerrar este blog, porque si el otro blog va sobre Daniel, aquí me doy la libertad de escribir lo que pienso. Y por eso escribo hoy, porque quería contaros un poco de mis ideas, brevemente, entre el sueño y la poca capacidad de reordenar los pensamientos, os pido perdón anticipado por lo que van a ser pensamientos soltados libremente, poco coherentemente...
Vamos a ver, empezamos por dónde lo dejamos. Un bebé precioso, que se vuelve más precioso con el tiempo, que ríe, que adora a su mamá, que me tira del pelo y me mete las manos en la boca cuando le canto. No sé cómo explicarlo la verdad, no tengo las palabras. Lo adoro con toda mi alma. Es tal mi adoración que apenas ahora después de 9 meses- fuera de la tripa- empiezo a volver a ver el mundo, a mí, a nosotros, empiezo a ponerme en perspectiva.
Para explicarlo a los que no tienen hijos, una pasa tanto tiempo con el bebé colgado que te conviertes naturalmente en una mamá, eres la mamá de Daniel y pierdes un poco de tu "yo" de antes, en el sentido de que no tienes tanto tiempo para pensar, ser tú misma, hacer las cosas que hacías antes. No lo digo como algo negativo, es diferente, pero tienes que volver a definirte, a formar una identidad propia junto con la nueva identidad.
Pero ahora quizás lo empiezo a ver, está esta personita que adoro, y está mi pareja, y ahora somos tres, una pequeña familia. Y luego estoy yo y mis sueños y mis ideas y quiero que mi hijo tenga también sus sueños y sea feliz y darle un buen ejemplo. Tener un hijo te hace pensar mucho en qué habrán pensado tus padres al tenerte. Y en qué quieres hacer con tu vida realmente. Por eso entiendo a quienes dicen que te hace querer ser mejor persona. Eso debe dar al menos mil puntos de adulto como dicen por aquí mis amigas (son los puntos que consigues al hacer cosas "adultas" como encontrar un trabajo).
En otro post os contaré un poco más sobre eso de ser mamá, ahora me necesita mi peque.
Por otro lado no quiero cerrar este blog, porque si el otro blog va sobre Daniel, aquí me doy la libertad de escribir lo que pienso. Y por eso escribo hoy, porque quería contaros un poco de mis ideas, brevemente, entre el sueño y la poca capacidad de reordenar los pensamientos, os pido perdón anticipado por lo que van a ser pensamientos soltados libremente, poco coherentemente...
Vamos a ver, empezamos por dónde lo dejamos. Un bebé precioso, que se vuelve más precioso con el tiempo, que ríe, que adora a su mamá, que me tira del pelo y me mete las manos en la boca cuando le canto. No sé cómo explicarlo la verdad, no tengo las palabras. Lo adoro con toda mi alma. Es tal mi adoración que apenas ahora después de 9 meses- fuera de la tripa- empiezo a volver a ver el mundo, a mí, a nosotros, empiezo a ponerme en perspectiva.
Para explicarlo a los que no tienen hijos, una pasa tanto tiempo con el bebé colgado que te conviertes naturalmente en una mamá, eres la mamá de Daniel y pierdes un poco de tu "yo" de antes, en el sentido de que no tienes tanto tiempo para pensar, ser tú misma, hacer las cosas que hacías antes. No lo digo como algo negativo, es diferente, pero tienes que volver a definirte, a formar una identidad propia junto con la nueva identidad.
Pero ahora quizás lo empiezo a ver, está esta personita que adoro, y está mi pareja, y ahora somos tres, una pequeña familia. Y luego estoy yo y mis sueños y mis ideas y quiero que mi hijo tenga también sus sueños y sea feliz y darle un buen ejemplo. Tener un hijo te hace pensar mucho en qué habrán pensado tus padres al tenerte. Y en qué quieres hacer con tu vida realmente. Por eso entiendo a quienes dicen que te hace querer ser mejor persona. Eso debe dar al menos mil puntos de adulto como dicen por aquí mis amigas (son los puntos que consigues al hacer cosas "adultas" como encontrar un trabajo).
En otro post os contaré un poco más sobre eso de ser mamá, ahora me necesita mi peque.
sábado, agosto 30, 2014
Sé que estabais esperando este post y es que sí, ha llegado el bebé, un hermoso Daniel, pero he hecho otro blog privado para poner sus fotos, ya me lo decís si queréis seguirlo, pero sigo escribiendo aquí también. Mientras Daniel estaba en mi tripa le escribí un librito para él y en las últimas páginas ya ha nacido, quería compartir esas páginas con vosotros por si tenéis curiosidad sobre cómo se siente tener un bebé y verlo por primera vez (esto lo escribí el 8 de Agosto con un Daniel de 17 días):
"Aquí acaba este librito con un Daniel Arvid de dos semanas sobre mi regazo -como ahora mismo!- durmiendo en pañales a las 8 de la mañana en un día cálido de Agosto en Uppsala. Sí, naciste el mismo día que estaba previsto, el 22 de Julio a las 22.14 de la noche, un martes. Yo había tenido dolores (contracciones) desde las 22 del día anterior y de hecho hasta un día antes (...) -os ahorro la parte del parto y de cómo estaba "high" de la epidural porque una matrona me había dicho que me pusiera dosis de más- pero tú saliste en 10-15 minutos al final. En parte porque tenías dos vueltas de cordón y habían perdido el contacto contigo. Así que tu papá se asustó mucho al ver que estabas un poco azul, pero enseguida empezaste a gritar.
Y ahí te tenía en mis brazos y solo veía que eras una personita -en realidad solo veía tu cabeza- y no me lo podía creer! Y tenías mucho pelo, que entonces parecía negro. Los días siguientes los pasamos fascinados contigo. Dormías mucho pero de vez en cuando hacías caritas. Tenías definitivamente la boquita de tu mamá y los ojos azules oscuros y la nariz que se parecían más a los de papá. Ahora tienes el pelo rubio oscuro y cuando te enfadas gritas bien -jajaja!- tienes voz y parece que también carácter.
Ha habido momentos difíciles, has perdido peso, noches sin dormir... pero lo que quería escribir es lo que he sentido al verte. Es distinto de todo lo anterior. De repente eras mi hijo, para siempre. Una persona con su propia vida, ahora totalmente dependiente de mí (y de tu papá). Que vas a tener tu vida, tus gustos, tus amigos, todo tu futuro por escribir.
Nos sentimos (puedo hablar también por tu papá) felices, llenos. Es una sensación parecida a enamorarse pero distinta. Eres la cosa más bonita que he visto en mi vida. Te miro y no sé cómo describirlo. Nos coges con tus manitas pequeñas y sabemos que siempre vamos a estar aquí para ti. Cuando haces pucheros nos queremos morir. Cuando lloras papá dice que le duele. Cuando sacas tus piececitos de la cuna tu papá y yo nos morimos de risa. Y cuando me miras con tus ojitos fijamente, ojitos de gato, casi cruzándolos, apenas puedo creer mi suerte y solo quiero achucharte y comerte a besos. Le pasa lo mismo a tu papá. Lo veo en cómo te mira con adoración cuando duermes, en cómo se acurruca a tu lado como si el mundo girara a tu alrededor. Y cuando te ríes todo el mundo se derrite.
Dicen que criar un niño es difícil, pero desde luego que vale la pena todos los esfuerzos por tener en los brazos a este Daniel pequeñito, tan suave, tan dulce, y verlo abrir sus ojos de un azul profundo como cuando el azul de la tarde se vuelve noche y vemos aparecer la primera estrella."
"Aquí acaba este librito con un Daniel Arvid de dos semanas sobre mi regazo -como ahora mismo!- durmiendo en pañales a las 8 de la mañana en un día cálido de Agosto en Uppsala. Sí, naciste el mismo día que estaba previsto, el 22 de Julio a las 22.14 de la noche, un martes. Yo había tenido dolores (contracciones) desde las 22 del día anterior y de hecho hasta un día antes (...) -os ahorro la parte del parto y de cómo estaba "high" de la epidural porque una matrona me había dicho que me pusiera dosis de más- pero tú saliste en 10-15 minutos al final. En parte porque tenías dos vueltas de cordón y habían perdido el contacto contigo. Así que tu papá se asustó mucho al ver que estabas un poco azul, pero enseguida empezaste a gritar.
Y ahí te tenía en mis brazos y solo veía que eras una personita -en realidad solo veía tu cabeza- y no me lo podía creer! Y tenías mucho pelo, que entonces parecía negro. Los días siguientes los pasamos fascinados contigo. Dormías mucho pero de vez en cuando hacías caritas. Tenías definitivamente la boquita de tu mamá y los ojos azules oscuros y la nariz que se parecían más a los de papá. Ahora tienes el pelo rubio oscuro y cuando te enfadas gritas bien -jajaja!- tienes voz y parece que también carácter.
Ha habido momentos difíciles, has perdido peso, noches sin dormir... pero lo que quería escribir es lo que he sentido al verte. Es distinto de todo lo anterior. De repente eras mi hijo, para siempre. Una persona con su propia vida, ahora totalmente dependiente de mí (y de tu papá). Que vas a tener tu vida, tus gustos, tus amigos, todo tu futuro por escribir.
Nos sentimos (puedo hablar también por tu papá) felices, llenos. Es una sensación parecida a enamorarse pero distinta. Eres la cosa más bonita que he visto en mi vida. Te miro y no sé cómo describirlo. Nos coges con tus manitas pequeñas y sabemos que siempre vamos a estar aquí para ti. Cuando haces pucheros nos queremos morir. Cuando lloras papá dice que le duele. Cuando sacas tus piececitos de la cuna tu papá y yo nos morimos de risa. Y cuando me miras con tus ojitos fijamente, ojitos de gato, casi cruzándolos, apenas puedo creer mi suerte y solo quiero achucharte y comerte a besos. Le pasa lo mismo a tu papá. Lo veo en cómo te mira con adoración cuando duermes, en cómo se acurruca a tu lado como si el mundo girara a tu alrededor. Y cuando te ríes todo el mundo se derrite.
Dicen que criar un niño es difícil, pero desde luego que vale la pena todos los esfuerzos por tener en los brazos a este Daniel pequeñito, tan suave, tan dulce, y verlo abrir sus ojos de un azul profundo como cuando el azul de la tarde se vuelve noche y vemos aparecer la primera estrella."
lunes, junio 23, 2014
Viene el verano. Siento sus movimientos e intento imaginar donde está exactamente, dónde está su cabeza, los pies, la espalda, qué hace, cómo es de grande... le vamos a conocer dentro de poco, un mes más o menos y sabemos tan poquito... Bueno sabemos que le gusta (o se mueve con) el chocolate, la música, los trenes, que le hablemos, las noches, y quizás que se asusta del secador de pelo. No sabemos cuando viene pero ya los amigos han hecho sus apuestas y le han hecho regalos de animales de la jungla. En realidad podría venir cuando quisiera desde ahora, ya está listo, yo no sé cuando voy a estar lista, por ahora estoy más bien en estado de confusión, qué rápido ha pasado el tiempo... Pero por otro lado no puedo esperar a conocerle, está todos los días en nuestras conversaciones, así que cuando llegue el día esa fuerza va a poder con el miedo y todo va a cambiar. Un nuevo mundo, una nueva vida. Difícil escribir sobre otra cosa que lo que ahora es parte de mi, y seguramente después lo seguirá siendo.
jueves, enero 09, 2014
Más de dos meses después escucho la misma canción, cada palabra parece escrita a propósito, y me pone los pelos de punta. Ahora sí que vais adivinando para quién iba. Y va siendo todo más tangible, más real. Aún se va a mantener un poco el misterio, pero siento que estoy entrando en otra fase, que las cosas van a cambiar aunque aún no sepa cómo. Y está bien, siento que estoy preparada, que es el momento. Hoy le he visto, y no, no me ha mirado pero igual, ha sido mágico.
Y claro, ese sol en Enero es en una cala secreta entre Valencia y Alicante, 20 grados y sepia a la plancha. Uno de esos paraísos perdidos.
Y claro, ese sol en Enero es en una cala secreta entre Valencia y Alicante, 20 grados y sepia a la plancha. Uno de esos paraísos perdidos.
sábado, noviembre 23, 2013
Magia
Esta canción ha estado resonando en mi cabeza desde el principio, solo que no he tenido tiempo hasta ahora de escribirla, es lo primero que pensé, y le dejo a la letra decir el resto. Es una canción de Rosana y se la dedico a ya sabéis quien.
Es el mapa de un suspiro
Es el agua, es el viento
Es resumen de todo lo que siento
Es la arena, es el sentimiento
Es la tinta que no borra ni el silencio...
Es el aire de puntillas
Es la calma cogiendo carrerilla
Es el sabor de lo pequeño... Es tocar un sueño...
Es el mapa de un suspiro
Es lo que hay cuando te miro
Es el duende del latido de tu corazon...
Magia es probar a volcar lo que hay en el fondo de ti
Magia es verte sonreir...
Magia es probar a saltar sin mirar
Es caer y volver a empezar...
Es el mapa de un suspiro
Es lo que hay cuando te miro
Es el duende del latido de tu corazón y el mío
Es la meta y el camino
Es la suerte y el destino
Es la fuerza del latido de tu corazón
Es el sabor de lo pequeño... Es tocar un sueño...
domingo, septiembre 01, 2013
Things look tiny from above
So we did it, we took this little plane and flew over the west coast of USA with my older brother who is a premiered pilot and it went well as you can see from my writing in this blog. And yes, it has been magical. The first day, when we saw how the little plane went from the ground to the air without any effort and we started to slowly fly over tiny trees in the mountains, it was amazing. We couldn't help to smile and be surprised by being able to fly. I directly understood why my brother has been flying with paragliders and fascinated by that continued to do it until he left his job in IT and started to study to be a pilot.
Sometimes we wore the headsets and could talk to each other but it was also nice (if not nicer) to wear the earplugs, don't hear anything and just look at the landscape. We flew over lakes, clouds, desserts, rivers, green and rocky mountains, over cities, fields... The clouds were fascinating, there could be so many types of clouds, some looked bumpy, others almost transparent and others were thick and looked like a real sea of clouds that would surely hold you if you went out. Sometimes you could suddenly see some trees between the clouds, and sometimes you could even see the ocean and that was more beautiful that I could even imagine.
It was a really neat experience and Washington state was very special with all the mountains and lakes. I also loved the wild west coast north of San Francisco, the sea and the clouds over the rugged coast. And when we flew over the Golden Gate in San Francisco we were all very excited, like, are we really doing this? Wow! I felt so lucky.
Everything was so little from above, we passed over houses, and people, not really aware of you, and then we saw some mountain, like Mount Baker, so immensely huge that you cannot really understand from below. We took so many pictures of this mountain, all looking alike... From the air we could see the limits of the fields and the start of the dessert, and then again the fields close to the mountains and you could understand the geography and how we- humans- build the cities, and the roads, etc. Let's say you can get some perspective.
We saw also supercities, like Los Angeles, and long straight roads, we saw also Seattle and Vancouver from some distance. And in LA we saw so many cars, like small ants going somewhere, you could wonder where does all this people go all the time. Then you think (or I think) that we are so alike, everyone wanting to have a house close to the other people and then going to work, coming back, finding something to do with your free time...
Yeah, well, I'm back on the ground (am I grounded then?) but it's ok, things look bigger, and sometimes I come back to the clouds in my mind and imagine the clouds over the sea and play some Dido song and everything is perfect.