domingo, mayo 15, 2011

La boda






Erase una vez una chica nacida en un barrio de Buenos Aires y un chico del norte de Suecia que se conocieron en un piso de Cuatro Caminos de Madrid, en la casa de una amiga del Salvador... así es como empieza nuestra historia. Fuimos amigos quizás un mes y luego empezamos a salir juntos, pasando las noches por Madrid, caminando de la mano bajo la lluvia cuando estaban los taxis llenos, hablando en los pubs donde apenas se oía nada... luego vino Suecia, Uppsala, la ciudad de los estudiantes, el doctorado, la nieve, los bailes de traje largo, los amigos, la oscuridad y luego la luz, la vuelta al mundo y siempre seguimos juntos. Ahora nos hemos casado en Altea, Alicante y así fue la boda:
El prognóstico era lluvia y por la mañana casi diluviaba, y en la peluquería, a pesar de que había ido media hora antes por si tardaban más de una hora, tardaron dos horas y media, por lo cual todos los planes de ir a hacer fotos al pueblo y al mar se fueron a la ... y el pobre novio de los nervios. Pero bueno, hicimos unas fotos en el hotel, que es muy bonito, el Tossal de Altea, con vistas a la montaña, y a ratos paró de llover. Después fuimos a las habitaciones de arriba del hotel para bajar las escaleras hacia donde estaba el concejal y los invitados. Mientras bajábamos Pablo, mi hermanito, tocaba en la guitarra "Moon River", que él no lo sabía pero es una de mis canciones favoritas, "Two drifters off to see the world...". Aunque he de decir que es un poco raro bajar las escaleras con todo el mundo mirándote mientras llevas un vestido blanco largo (observad sin embargo que los zapatos van a juego con el color de mi blog). Y que me emocioné al ver a Carla llorando. Luego tuvimos que buscar a Oscar e Ida porque no les habíamos dicho que eran los testigos, y tuvieron que firmar el papel en español, que no entendían, pero bueno se fiaron. En la boda preguntó el concejal si me quería casar con Lars, que es el primer nombre de Johannes, pero nunca lo usa, así que mis hermanos se preocuparon por si había dicho el nombre mal jajajaj... Y los dos estábamos emocionados, alguna lagrimita, yo casi necesitaba un pañuelo cuando me tocaba firmar y encima se me iba cayendo alguna flor porque había pedido un ramo que se pudiera deshacer. Yo ya ni sé si presté atención a lo que decía el concejal, dijo que si alguien tenía algo que decir pero nadie lo entendió, y luego dijo algo de la familia, de que somos iguales y ya no sé que más, tendré que mirar el video. Nos dimos los anillos, nos dijo que nos podíamos besar y luego nos tiraron pétalos de rosas.
La comida empezaba con una ensalada con naranja y salmonetes, seguía con rape y después del sorbete de fruta de la pasión venía cordero. Entre los platos cantamos unas canciones en sueco, una de ellas que habla de Argentina y terminamos con "la bamba". El padre de Johannes habló un buen rato y terminó regalándonos un Ferrari de juguete, y Gabriel hizo estupendamente de traductor simultáneo. Luego nuestros amigos nos hicieron un powerpoint con fotos nuestras y reescribieron y cantaron la canción "I'm yours" de Jason Mraz . Nosotros hicimos otro powerpoint con fotos de ellos, de nuestros amigos y familia, con las canciones de "This is the year" de Marit Bergman y "Son mis amigos" de Amaral (por supuesto). Y luego les di una rosa a cada una de las chicas (por eso era desmontable el ramo). Luego cortamos la tarta con una espada auténtica de Toledo. La tarta, de yema y trufa, estaba buenísima, aunque comparable con el postre, pudding de almendra con dulce de leche, del que Jessica pidió la receta. Después de la tarta habló Anna, y dijo, entre otras cosas, que la lluvia daba suerte y que había llovido digamos que bastante, aunque nosotros no creía que lo necesitáramos. Y Johannes, sorpresa, también habló, para mí! y me dijo, en sueco, que quería estar allí donde yo estuviera y yo le hablé luego y le dije, en español, que era con él con la persona que yo había sido más feliz en mi vida. Seguimos con el baile, que fue primero "Cheek to cheek" de Ella Fitzgerald y Louis Amstrong y luego el Vals del Danubio Azul que no acababa nunca y nadie quería salir a bailar, por lo que finalmente sacamos a mi padre y a la madre de Johannes y los demás se animaron. Después de unas canciones mi otro hermanito, Andrés, tocó una canción con su saxofón, dejando a todos impresionados.
Antes del atardecer nos escapamos un rato a hacernos unas fotos a la playa y ya podéis ver el resultado, unas fotos preciosas. Al bajar a la playa pasamos por delante de unos niños de cole que empezaron a gritar "Que se besen!" y quedaron felices cuando nos besamos. Otros decían mientras pasábamos que si era para una peli y les dijimos que no, que era una boda de verdad a lo que contestó una de las mujeres que si me lo había pensado bien jejeje. Justo a esa hora empezaba a atardecer y por eso las fotos aún salen más bonitas. Al volver siguió más baile, y a todo el mundo le dio por pedir Agua de Valencia, que habían descubierto el día anterior (en la barra libre tenemos apuntados 64 copas de Agua de Valencia, comparad con solo 8 cañas y 2 copas de vino blanco). En el hotel no nos dejaban poner la música muy alta por lo que nuestros amigos desarrollaron un baile silencioso. Y finalmente síííí tiramos los fuegos artificiales, unas bengalitas, unas fuentes y por último unos fuegos que subían bien alto, una pasada. Y ya para despedirse los amigos se pusieron a cantar nuestra canción "She is yours, he is yours", en fin, un día maravilloso.

La (pre)boda





Si, tenia algo que contaros, la boda!! Para la posteridad queda escrito... Para empezar nuestra boda fue un poco como las bodas indias, es decir, fue como si durara una semana en vez de un día ya que como la gente venía desde Suecia a un sitio tan bonito como la costa de Alicante, tenían que venir por unos días para ver la zona. Así pues, la boda era el lunes 25 de Abril y nosotros llegamos el jueves y la mayoría de la gente fue cayendo el viernes (literalmente ya que los aviones no aterrizaron muy finamente). Así que el viernes conseguimos que la mayoría llegasen a nuestro hotel, lo que es importante cuando tienes que quedar con un grupo de 20 personas, vimos un poquito de Alicante, algunas procesiones de Semana Santa y empezaron a deleitarse con la comida española.
El sábado por la mañana conseguimos con más o menos de retraso subir al castillo de Alicante que tiene unas vistas impresionantes de la zona e incluso coger todos a la vez el tranvía que va a Altea con un cambio, tengo que decir que estoy orgullosa de haber conseguido no solo llegar al tranvía a tiempo (ejem estábamos en el metro media hora antes) sino incluso llegar a hacer el cambio. Lo complicado de esto es llegar con todos de un tren al otro que sale justo después y si lo pierdes tienes que esperar una hora, y el problema aquí es que ya era la una, hora a la que los suecos se empiezan a morir de hambre. En fin fue llegar y sentarnos a comer con las maletas. Esa tarde la gente se fue a ver Altea y nosotros al super a comprar desayunos para 20 personas por cuatro dias y tapas para 30 personas. Fuimos tres al super y llevamos 4 carros. La lista de la compra la conservamos porque es como para enmarcar. 10 barras de pan, 5 tortillas, 6 zumos de naranja (para el Agua de Valencia), unos cuantos gazpachos, quesos enteros, 40 yogures... La cena la hicimos en la casa que habíamos alquilado para 20 personas, una casa árabe con piscina, muy bonita, os pongo la foto. La comida afortunadamente llegó para todos, melón con jamón, croquetas, empanadillas, pan con tomate, tortilla, gazpacho, aceitunas, queso... Y la gente bailó mucho así que podemos concluir que nuestra "pool party" fue un éxito.
El domingo fuimos a una cala por Jávea, la del Moraig, el plan era hacer la caminata de los acantilados pero se quedó en ver la playa. Pero para empezar no teníamos bastantes coches para ir ya que pensábamos alquilar un coche sólo ese día pero, sorpresa, era domingo y estaba todo cerrado por Altea y la única opción era ir a Alicante o pagar un taxi, lo que saldría carillo ya que era una hora de ida. Al final entre unas cosas y otras, conseguimos el coche de mi madre y pudimos ir, aunque salimos algo tarde y el tiempo estaba medio lluvioso. Llegar hasta la cala desde luego fue mucho más complicado que el tranvía, íbamos 5 o 6 coches (no sé porque perdimos uno) siguiéndonos unos a los otros (por cierto, no es recomendable intentar esto con vuestros amigos). Mis hermanos y yo al volante, Jonathan siguiendo a Andrés, Pablo siguiendo a Pablo, y al tio de Johannes lo perdimos desde el principio... Luego paramos por el camino para reencontrar al tío (en la primera parada la mitad de la gente empieza a comer por lo que cuesta meterlos de nuevo en los coches). Seguimos y el tío me sigue a mí pero perdemos a todos los demás, ante lo cual yo sigo (luego me dijeron los otros que se quedaron esperándonos dando vueltas a la rotonda, todos los coches, me parto :D). Nos encontramos todos de nuevo en un mirador (donde de nuevo la otra mitad se puso a comer... ya entendéis por qué llegamos tarde). Y finalmente llegamos, la cala era muy bonita, con aguas de un azul intenso. Nos quedamos allí caminando un poco, viendo el mar, yo comiendo mi bocadillo, aunque a estas alturas era casi la única que tenía uno. Esa tarde cenamos por Altea y apenas nos dio tiempo de preparar las cosas para la boda ya que, como había llovido, había que cambiar el sitio de la boda para que no nos lloviera en la ceremonia misma. Pero como este post ya se ha extendido bastante, os voy a contar la boda en el proximo capítulo.