miércoles, enero 30, 2008

Sobre esas cosillas que nos sacan de quicio

Hay que reconocer, aunque nos cueste, que a veces cometemos errores. Algunos son pequeños e insignificantes y otros se pueden volver dramáticos y notables. La excusa que nos queda es que somos humanos. Nos sentimos mal por los errores, al menos eso demuestra que no queríamos hacerlos y eso en parte nos disculpa. En realidad yo creo que la parte más importante de los errores es darse cuenta. Y también es cierto que al darnos cuenta mejoramos, esa es quizás la mejor parte de los errores.
Llega un punto que tienes que reconocer que te equivocas y vas a seguir equivocándote el resto de tu vida (no todo el tiempo ejem) así que hay que encontrar alguna manera de enfrentarlo. Y bueno alguien dijo una vez que los vencedores no son los que nunca se caen sino los que persisten en levantarse (seguramente lo dijo con otras palabras pero esta era la idea) Yo encuentro esta frase realmente alentadora... y cierta.
Y sí que comentemos errores, algunos estúpidos, otros porque nadie puede saber todo, otros por despistados...pero ehh que levanten la mano los perfectos (¡no, venga, los de verdad!)
Se trata al fin y al cabo de la montaña rusa de la vida, con sus pendientes inclinadísimas y que, a veces, toca ir cabeza abajo. No se me ocurre mejor forma de tomarlo que con humor.
Ojalá con el tiempo no cometamos tantos errores, por lo menos en el mismo area, o como mínimo que no sean los mismos. Aunque, en realidad, igual mejor que sigamos cometiendo errores porque eso significará que estamos aprendiendo, mientras los reconozcamos, al menos al reconocerlos hacia los que más apreciamos...

martes, enero 29, 2008

La isla


Aún de madrugada, confundiendo la realidad con los sueños, se imagina que está en medio de una isla tropical entre plantas verdes. Cuesta distinguirse a veces del entorno, de pronto se confunde con él, quién es quién en realidad, quién habla, quién escucha, tal vez nadie ha dicho nada y sólo eran pensamientos. Y cuando lleva mucho tiempo en algún lugar lejano, de repente se imagina que es una prolongación de su país, no por patriotismo sino por familiaridad. Amanece y hasta las plantas despiertan, cambian de colores oscuros a verdes. Y quién entiende esa emoción repentina por las cosas. Que se subiría al cielo si pudiera. Igual que la otra porque ellas dos son en realidad las que más se confunden. Lo que dice una se sigue con el comentario de la otra como una misma cadena de pensamientos. Sí, seguro que la otra también piensa por las mañanas en que está en una isla tropical. Al fin y al cabo es fascinante cuando las almas se confunden.

domingo, enero 20, 2008

Nada de nada


No he escrito hace tiempo. Quizás es que no había nada que contar. Y podría decirse que escribo por vicio. Bueno si eso fuera un problema...
Estos días llueve, no pasa nada, ni siquiera hace frío, sólo llueve. Y por lo demás se está bien. Tocando unos acordes una y otra vez a ver si se me quedan en mi cabeza sin tener que pensar, de la misma forma que queremos acostumbrarnos a ir al gimnasio automáticamente. Al final es eso, que no queremos pensar. Si al fin y al cabo algo hay de cierto en que tampoco hay que pensar demasiado. Ya se sabe que sin pensar se puede llegar a presidente del gobierno así que no os estreséis demasiado. Ni siquiera para hablar hace falta pensar, vamos hay quien habla y después piensa. También hay quien habla y después no piensa. Pero volviendo al tema, el blog iba de nada. Bueno... ¿creéis que se puede pensar en nada? El lenguaje confunde, también dicen que se puede no pensar en nada, ¿y qué quieren decir exactamente con eso?
La nada, mmm, dicen que en las galaxias, entre las estrellas, hay espacio vacío, donde ni hay temperatura, ni hay nada (¿o hay nada??). Uno no se fija en el espacio vacío porque lo que llama la atención son las estrellas. Sin embargo yo pienso más en la nada. Quizás porque tiene todas las posibilidades de ser. O por la sencillez de no ser. O tal vez por la magia de que sin ser podamos nombrarlo y convertirlo en algo. Como si fuéramos dioses creados de la misma nada que nos atemorizaba. O por nada...

jueves, enero 03, 2008

The new year

I crossed into the new year in the most natural manner. I needed to go to Valencia, to hear the waves. The Mediterranean sea was just a bit wilder than in the summer but the sun stayed, so much light... it´s amazing how it wakes you up, how it makes you glad. It's also amazing that when I lived there I didn't think about it. I don't write this with melancholy but with real amusement. My friend Pili thought that in Valencia was cold. Sometimes I wonder how much a perspective can change.
I can see this year I met some good friends, others here in Sweden I realized I already know for a long time, it doesn't seem so. Today it was snowing and Uppsala looked a bit strange. It is true, as I said to someone, that Uppsala already feels like home, but still when it starts snowing it looks like a magic town that does not belong to the real world. At least it looks far from the sand and the butano gas heating. Then it's kind of hard to explain about the fancy parties with orchestras and long dresses, the closest example I find in Spain being the weddings...
Another year I start between countries, the first day in Spain, the second in Sweden...A good start anyway, not even hangover, together with Johannes, and plenty of sun in my eyes. I just forgot to make some wishes, but maybe it's better that way, when you don't need to make them. .

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